28 Oct Cabras y gastronomía en Sierra de Gata
Hernán Pérez acoge nuevamente un encuentro de Ecoopera
Conocemos el territorio habitado en unas jornadas pasadas por agua
Una año más -y ya van cinco- nos hemos acercado a Sierra de Gata a adentrarnos en sus caminos y respirar su aire. Como en cada ocasión, hemos tenido la oportunidad de contactar de manera directa con los habitantes de la zona, esta vez en torno a la ganadería caprina y el patrimonio inmaterial gastronómico de Hernán Pérez.
Guiadxs por Pablo Iglesias, responsable de cultura de la corporación municipal del pueblo, y acompañadxs en este caso por nuestros compañeros tandemians de Aveiro, hemos vivido un intenso fin de semana en las montañas extremeñas.
Algo más de una veintena de personas -algunas llegaron antes- llegamos en la tarde del día 18 de Octubre a la Escuela del Bosque que, gestionada por la Asociación Nutria, nos acoge en cada visita que realizamos. Allí nos esperaba un buen grupo de mujeres autóctonas que, baldes, moldes y sartenes en ristre, se disponían a preparar dulces caseros como para un regimiento. Comenzábamos así un encuentro bien pringadxs de aceite. Al final del taller de cocina habíamos llenado varios baldes de floretas con miel y de roscas con azúcar.
A continuación, fue el mismo Pablo quien nos enseñó a preparar un queso fresco con leche fresca de cabra y una «miahina» de cuajo.
Mientras tanto, se preparaba en una cocina improvisada en el exterior una cata de deliciosos tomates de La Alholva, huerta ecológica de Valladolid. Y al mismo tiempo, nuestrxs cocinerxs particulares, hacían un estupendo Pollo de la Aldea con arroz. Para chuparse los dedos. Que nadie diga que no come bien en los encuentros de Ecoopera.
Para cerrar la jornada introductoria, intentamos destilar en una vieja alquitara con hollejos fermentados… con un éxito relativo pero mucho interés. Y para que no decayera el ánimo, terminamos con una sesión de percusión con cucharas… las panaderas se vinieron con nosotros hasta Gata. El folk ha llegado a Ecoopera para quedarse y así lo registró nuestro compañero Hugo Branco (VIC // Aveiro Arts House) para atestiguarlo.
El sábado amaneció lluvioso, pero eso no hizo que nos rindiéramos. Tras un desayuno copioso que incluyó bizcocho casero, roscas y flores, evidentemente, entre otras exquisiteces.
Cogimos los coches y nos dirigimos a Robledillo, donde nos encontraríamos con Álvaro García, pastor de cabras. Con él ascendimos hasta la choza donde unas cabras ansiosas por salir a comer y caminar, nos esperaban guardadas por preciosos perros pastores. A los que, por supuesto, ninguna acariciamos, a sabiendas de que esa es una norma fundamental con este tipo de canes que se encuentran trabajando.
En lo alto, resguardadxs entre los árboles, mantuvimos una interesante conversación sobre la ganadería extensiva, sus limitaciones, los conflictos que genera con el lobo u otros animales, la PAC o las dificultades de gestión del pequeño productor. Mientras tanto, las cabras pastaban. Cuando ellas lo decidieron, volvimos a bajar, las guardamos, descendimos hasta el pueblo y descansamos en una taberna.
Un equipo de avanzadilla volvió para preparar en la Escuela del Bosque la comida y así pudimos descansar guarecidxs de la lluvia. Hubimos de esperar a que amainara. Más tarde pues, nos acercamos a Villasbuenas de Gata a conocer el negocio de Jill Christine Barrrett: la Quesería la Frondosa. Con ella pudimos conocer qué es lo más parecido a «un hotel de cabras» y cómo se prepara un queso delicioso, que nos dejó a todxs con ganas de más. ¡Tendremos que esperar a la paridera!
Cuando volvimos a la Escuela, tuvieron lugar las presentaciones de proyectos: fue el turno del proyecto invitado Esquellana, y los propios Re_Emergir y Micro-Reciclando.
Cerramos la noche con una pequeña fiesta al más puro estilo Ecoopera, con la participación de Dj. Fulano 47, recién llegado de Aveiro.
El domingo en cambio, nos despertamos con sol. En cuanto pusimos el campamento en marcha, nos acercamos al Proyecto arqueológico Pradocastaño donde pudimos visitar los yacimientos megalíticos funerarios que están siendo excavados con la participación de estudiantes u otras personas interesadas.
Ya en Hernán Pérez teníamos una cita muy especial: previa visita patrimonial a la almazara –Centro de Interpretación del Aceite-, participamos en la sarrajá de la aceituna mientras cantamos canciones tradicionales.
Finalizó el encuentro intergeneracional con una gustosa comida: un plato de patatas y un guiso de cabrito. ¿Qué más podíamos pedir? Qué dulce poder compartir en un momentito, tantos y tantos saberes entre todas.
Queremos agradecer a las personas que han participado en este encuentro su colaboración y su intervención entusiasta en todas las actividades. Contra viento y lluvia seguiremos tejiendo redes desde la montaña y facilitando el conocimiento de las experiencias de los y las valientes que se atreven a permanecer allá arriba como bastiones en pie de guerra, poniendo sus cuidados al servicio del mantenimiento sostenible del territorio.
¡GRACIAS!